El bordado a mano es una de las formas más antiguas y tradicionales de embellecer tejidos. Consiste en aplicar hilo, generalmente de algodón, seda o lana, sobre una tela usando una aguja, creando diseños decorativos que pueden ir desde patrones sencillos hasta intrincados trabajos de gran detalle. Esta técnica, que ha sido practicada por diversas culturas a lo largo de la historia, no solo tiene un fin estético, sino también cultural y simbólico, ya que cada puntada puede contar una historia o expresar una identidad.